Desde ya hace algún tiempo, el Apostolado de los Oratorios, ha sido mensajero de paz, amor, enseñanza, caridad y algunos otros dones que son enviados por nuestra Señora de Fátima para demostrar así su amor y su acogida universal.
De norte a sur y de oriente a occidente, la imagen de nuestra Madre María llega a diferentes familias que la reciben con gran fervor y amor. Al mismo tiempo, ellos también se convierten en multiplicadores de información, en pocas palabras, en mensajeros del amor maternal que desde el cielo nos transmite.
Sin embargo, son muchos los rincones que aún espera con ansias la llegada del Corazón Inmaculado de Nuestra Señora.
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